La formación a lo largo de toda la vida activa profesional se ha convertido en la actualidad en una exigencia.
El mercado laboral está en un proceso continuo de cambios de diferentes tipos que nos obliga como recursos humanos a una continua actualización.
Además, la empresa en su afán de alcanzar el mayor grado de competitividad, quiere contar con los profesionales más preparados consciente de la importancia que tiene el factor humano en la consecución de este objetivo.
Se acabaron los tiempos de un trabajo para toda la vida; cambiaremos de empresa en varias ocasiones, de funciones dentro de la misma empresa o diferente, pasaremos del empleo al desempleo y viceversa, e incluso de actividad profesional, y tanto cambio nos obliga a un proceso de adaptación continuo y apoyado en una labor de reciclaje también continua.
En determinados sectores productivos, y especialmente en algunas actividades, este proceso cobra mayor relevancia. Así, en el sector sanitario, y más concretamente el área de Radiología está muy ligada al continuo y vertiginoso avance tecnológico, donde a diario podemos encontrar noticias de avances en la tecnología que abre al abanico de posibilidades en el diagnóstico a través de la obtención de imágenes del cuerpo humano.
Es por ello que la Radiología ofrece un futuro extraordinario a las personas que hayan optado por esta actividad, pero para poder sobrevivir a esta espiral de cambios, será necesario que no dejemos de formarnos en aquellas habilidades/competencias que nos permitan asimilar todos estos cambios, y por tanto la formación continuada, ya sea en el propio puesto de trabajo o fuera de él, se convierte en un factor clave para alcanzar o no el éxito profesional.
Francisco Córcoles Sendra – Director
