
La radioterapia es la especialidad que hace uso de la radiación para destruir células cancerosas. Esta ha sido y es la gran olvidada en la cura contra el cáncer. Por norma general se asocia esta enfermedad al tratamiento de quimioterapia o a la cirugía y pocos son los que nombran la radioterapia, siendo esta la responsable del 20% de las curaciones de cáncer frente al apenas 8% de la quimioterapia.
La radioterapia en el futuro
Como decíamos el uso de la radioterapia está indicada en la mayoría de casos de cáncer, por lo tanto se estima que, en los próximos años, su uso aumente progresivamente, tanto en España como en el resto de países europeos. El futuro de la radioterapia dependerá de muchos factores: de especialistas formados, de disponibilidad de equipamientos útiles o nuevas formas de tratamiento entre otros.
Especialistas y equipamientos de radioterapia en España
Debido a los recortes presupuestarios de los últimos años, en España hay un gran déficit de especialistas y equipamientos. Según expertos del sector, con la crisis, muchos hospitales han dado prioridad a gastos ordinarios olvidándose así de los equipos de radioterapia, los cuales necesitan ser renovados periódicamente debido a los avances tecnológicos. Este fue uno de los principales temas en el congreso de la Sociedad Europea de Radioterapia y Oncología (ESTRO), el mayor certamen de oncología radioterápica de Europa celebrado en Barcelona.
Del mismo modo, y como consecuencia de este descuido, se cree que en 2020 el 70% de los equipos de radioterapia de los hospitales españoles tendrán más de diez años, es decir, estarán obsoletos. Por lo tanto el riesgo de esta obsolescencia pone a los pacientes, con cáncer, en una situación complicada ya que no podrán tener acceso a uno de los tratamientos más eficaces contra esta enfermedad. Este dato es contradictorio si lo comparamos con el resto de la comunidad europea, teniendo en cuenta que para el año 2025 el aumento de este tipo de tratamientos en Europa será del casi 20%.
La donación de 310 millones que realizó, hace un año, la Fundación Amancio Ortega, ponía en marcha 290 equipos de última generación para imagen para el diagnóstico y radioterapia, un dato bastante bueno pero no suficiente para igualar la situación de nuestro país a la de países como Suecia, Noruega o Bélgica.
Necesidades urgentes: Unidades de protones
En nuestro país contamos con aceleradores que dan radiación, pero estos no son suficientes. En la actualidad se necesita la última tecnología que sea capaz de abrir nuevos caminos dentro de la especialidad, estas son las unidades de protones. Estos son aparatos de alta precisión, mucho más caros que con los que cuenta la sanidad española actualmente pero cuyo beneficio es incalculable en tumores relacionados con el sistema nervioso y en los tratamientos oncológicos en niños.
Estas unidades pueden llegar a costar 30 millones de euros, 27,5 millones más de lo que cuestan las actuales máquinas con las que cuentan los hospitales españoles. Los expertos afirman que España necesita un mínimo de tres unidades de protones para resolver las necesidades actuales. Se espera que en el futuro nuestro país cuente con estas para igualarse al resto de países de Europa.
Tratamientos hipofraccionados
Como resultado del uso de equipos de alta tecnología, los avances en este sector apuntan al hipofraccionamiento de los tratamientos. Esta vía de aplicación en la que la dosis total se divide en dosis más grandes que se administran una vez al día o con menor frecuencia, administrándose en un período más corto que la radioterapia estándar, está ganando evidencia clínica y científica. De este modo se realizarán abordajes más cortos y eficaces para evitar la cirugía, como se está haciendo actualmente con pacientes que no pueden ser operados.
Con la radioterapia hipofraccionada se realizarán tratamientos menos invasivos y complejos en cada vez más tipos de tumores, se abre una posibilidad que beneficia a muchos más pacientes además de ser un modelo terapéutico más cómodo que la radioterapia tradicional. Del mismo modo, este tipo de tratamientos podrá ayudar a un gran número de pacientes que reside lejos de las zonas del tratamiento, pues no tendrán que asistir con tanta continuidad. Esto supone un gran avance que está cambiando para mejor, a la hora de ganar en precisión y fiabilidad.
Muchos expertos, como el director de la Fundación Champalimaud de Investigación Clínica en Lisboa, apoyan el hipofraccionamiento y son partidarios de que la radioterapia hipofraccionada extrema será la gran promesa para conseguir controlar el tumor en pacientes de próstata.
Esta técnica es conocida por muchos especialistas, pero no es famosa entre la comunidad médica. En un futuro cuando se haya expandido el uso de este tipo de radioterapia, se conseguirá tener un mejor control local y de toxicidad.
El futuro de la radioterapia tiene un camino claro y muchos expertos españoles reclaman la renovación tecnológica para poder equilibrarse al resto de países europeos. En nuestro país contamos con cada vez más profesionales del sector preparados y dispuestos a conseguir que estos avances sean una realidad diaria en nuestra sanidad.
